INTRODUCCIÓN

La Eprinomectina (EPM) es un compuesto semi-sintético de la familia de las avermectinas que tiene un amplio espectro de actividad contra ganado bovino (Aksit et al. 2016). Debido a su baja relación cuantitativa de participación de leche a plasma, puede usarse de manera segura en ganado lechero con un tiempo de extracción de leche cero (Shoop et al. 1996). Aunque la administración en forma de Pour-on de las avermectinas proporciona algunas ventajas como lo es entrega conveniente (McKellar and Benchaoui, 1996) y facilidad en la aplicación para el granjero (Hennessy, 1997); sin embargo, esta ruta también tiene desventajas en comparación con la administración subcutánea, como lo es una disponibilidad de plasma mucho menor (McKellar and Benchaoui, 1996), efecto impredecible del comportamiento de los animales por el lamido que afecta la farmacocinética del producto y al mismo tiempo, variaciones interindividuales o aplicación en grandes especies, o por otro lado, menor disponibilidad en plasma cuando hay condiciones climáticas adversas como las lluvias (Laffont et al. 2001; Barber and Alvinerie, 2003; Gokbulut et al. 2012) y las grandes dosis que se requieren (500 µg/kg) como en el caso de eprinomectinas en Pour-on.

Ha sido ampliamente reportado que la administración subcutánea de EPM es completamente efectivo contra nemátodos maduros e inmaduros en bovinos proporcionando una mayor potencia contra los endoparásitos que la abamectina, la ivermectina, la doramectina y la moxidectina (Shoop et al. 2001). Además, la EPM mostró una concentración plasmática mucha más alta seguida de una administración subcutánea comparada con una administración en Pouron en bovinos de leche (Baoliang et al. 2006) y cabras (lespine et al. 2005).

Diversos estudios han demostrado la baja concentración de residuos en leche (inferior a LMR permitido) para la EPM en bovinos de leche (Shoop et al. 1996), cabras (Lespine et al. 2003) y ovejas de leche, evidenciando que la administración subcutánea de EPM conduce a una mayor biosdisponibilidad y a un tiempo de residencia más largo con una dosis más baja que las aplicaciones Pour-on (C. Modi et al. 2014). Así mismo, se comprobó en camellos lactantes que la EPM es segura con cero tiempo de retiro en leche (Bengoumi et al. 2007).

Los parásitos son de los elementos más devastadores que afectan a la producción de la ganadería hoy en día. Estos organismos que viven a expensas de otros de los cuales se alimentan, es así que los efectos destructivos que le ocasionan a la ganadería bovina provocan que los animales se debiliten, que tengan un desbalance y mal funcionamiento de los órganos y adicionalmente predispone a que se presenten ataques de otros agentes infecciosos oportunistas como virus, bacterias, hongos, etc. Este cuadro se complica cuando en un sistema ganadero hay trastornos nutricionales, déficit mineral, planes sanitarios antiparasitarios y vacunales deficientes y, otros de carácter de higiene.

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